El 12 de mayo alrededor del mundo se celebra el día de lxs enfermerxs en conmemoración del nacimiento de Florence Nightingale, trabajadora de la salud italiana considerada como la que sentó las bases de la enfermería moderna y una luchadora incansable que se abrió camino en el ámbito de la salud en el siglo XIX, donde solo les era permitido estudiar ciencias a los hombres.

¿Cómo nos encuentra este día a lxs enfermerxs?

En Argentina con el contexto de la pandemia por el Covid-19 nos encuentra luchando en el cotidiano con aún menos recursos, tanto en lo material como humano, teniendo que cumplir jornadas extensas, con más pacientes a cargo y con faltantes de materiales de bioseguridad (dispositivos de aislamiento propio y para con lxs pacientes); no hay que hacer más que escuchar a distintxs compañerxs todos los días viendo la forma de poder proveerse de aunque sea algunos de estos dispositivos. Estas falencias con un origen inmemorable, ponen hoy aún más en evidencia la necesidad de un nuevo sistema de salud, en donde no tenga lugar la precariedad y lo público prevalezca.

La situación precaria de lxs enfermerxs a lo largo y ancho del país encuentra situaciones particularmente alarmantes en algunos lugares. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, es fundamental que nuestra labor se reconozca como profesionales de salud, que es lo que somos, y no como administrativxs, categoría en la que nos incorporan a las distintas dependencias. Al mismo tiempo Larreta y su equipo prefieren seguir saludándonos por medios y redes sociales, hablando de nuestra “vocación” y “sacrificio” y no mucho más que eso, como si viviéramos de “la vocación” mientras la precarización de nuestro trabajo es cada vez mayor con una exposición total a los efectos de la pandemia ante la falta de insumos. En otros lados, como la provincia de Chubut por ejemplo, lxs enfermerxs como el resto de lxs trabajadorxs de la salud aún no cobraron sus salarios del mes de marzo y abril, pese a la vigencia de un DNU que nos pone en la prioridad de todos los gobiernos provinciales.

El desfinanciamiento del sistema de salud arrastrado por décadas y profundizado en los últimos cuatro años nos encuentra a los enfermerxs junto a lxs pacientes, como el primer eslabón y quienes más crudamente vivimos sus consecuencias. La profundización de la crisis económica evidente que se presentará tras la pandemia no puede seguir teniendo a la salud como variable de ajuste, vemos día a día la importancia de un sistema sanitario capaz de dar respuestas ante escenarios imprevistos. Para que esto no ocurra es necesario que se efectivice el impuesto a las grandes fortunas para de ese modo poder inclusive duplicar el presupuesto destinado a la salud, equipar con los insumos suficientes a hospitales y salas de primeros auxilios, garantizar un salario acorde a la canasta básica, etc.

Son estos motivos por los que seguiremos luchando este día y todos los días: por nuestros derechos y para que todxs podamos tener un sistema de salud público, gratuito y de calidad.

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