Después de la media sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Diputadxs, se viene la disputa decisiva en Senadores. El recuerdo del 2018 cuando un puñado de dinosaurios negó nuestro derecho anticipa una votación ajustada. Sin embargo la marea verde que volvió a llenar las calles el pasado 10 de diciembre, profundiza su lucha de años para que esta vez definitivamente sea ley. 

El jueves y viernes pasados las calles del Congreso y de las plazas de todo el país volvieron a llenarse de verde para empujar la media sanción en Diputadxs que necesitaba el proyecto de ley IVE. Tras conseguir el dictamen mayoritario el miércoles -a partir del cual se realizaron algunas modificaciones al proyecto presentado por el Ejecutivo- y después de más de 20 hs de sesión Diputadxs aprobó el proyecto.

¿Cómo quedó finalmente el proyecto? en general sostiene la gran mayoria de los articulos del proyecto del Ejecutivo, que es una sintesis entre lo que proponia el proyecto original de la Campaña Nacional por el Derechos al Aborto Legal Seguro y Gratuito y los consensos a los que se había logrado arribar en 2018. A la hora de dictaminar se incorporaron dos modificaciones sustanciales: la primera tiene que ver con las personas gestantes menores de entre 13 y 16 años, el proyecto original entendía que cuentan “con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento”, en el proyecto actual esto se flexibilizó, apegándose al art. 26 del Código Civil, pudiendo requerirse asistencia o consentimiento de un adultx según el caso.

La modificación más importante tuvo que ver con la incorporación del art. 11 respecto a las obligaciones de los establecimientos de salud privados ante situaciones en las que todos los profesionales de la salud se declaren objetores de conciencia. Si bien es una forma de en los hechos incorporar la objeción de conciencia institucional, el artículo intenta regular estas situaciones que pueden darse en los establecimientos privados, generando la responsabilidad de una rápida derivación con los costos a su cargo. Evidentemente esta disputa será central para un efectivo acceso a nuestro derecho.

En líneas generales estamos hablando de un proyecto de ley sumamente progresivo, conquistado por años de lucha, por debates transversales en distintos espacios políticos, por el proceso importantísimo de debate público generado en el 2018, en definitiva por la gran marea verde que se desplegó y despliega en nuestro país y que podría alcanzar una de las legislaciones más importantes en materia de interrupción voluntaria del embarazo, que podrá ser punta de lanza para instalar este debate y obtener esta conquista en toda América Latina. Recordemos el 97% de las personas gestantes de latinoamerica viven en países donde el aborto no es legal, es decir donde no se les permite decidir sobre su propio cuerpo.

Desafíos ante el Senado 

Este lunes comenzará el debate en la Cámara Alta comenzando por la presentación de los ministrxs, y el martes y miércoles se desarrollarán las exposiciones de especialistas y el trabajo en las comisiones de Justicia, Salud y Banca de la Mujer (dos de ellas presididas por Senadorxs a favor del proyecto) . El jueves 17 es el día esperado para el dictamen en Senadorxs, que nuevamente será acompañado por una acción federal convocada por la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito.

Con este cronograma se estaría en condiciones de dar tratamiento al proyecto el día 29 de diciembre. El poroteo de los votos desde hace semanas indican que no hay nada definido ni asegurado: se cuentan diferencias por un voto, se presume un posible empate, también se habla de ausencias a la hora de votar que podrían modificar una votación histórica y que demuestra que la presión ejercida por el movimiento de mujeres y disidencias será fundamental ya que será una definición “voto a voto”.

Una vez más la marea verde demostró toda su potencialidad, en un año sumamente complejo signado por la pandemia mundial y los cuidados sanitarios que dificultan la salida a la calle, nos hemos tejido diferentes estrategias y redes para seguir empujando este derecho fundamental, para hacer cumplir las promesas de campañas electorales. En 2018 tuvimos la oportunidad de un debate de meses que se traslado a los espacios sociales, sindicatos, escuelas y familias, el aborto ocupo un lugar insoslayable en la agenda pública. Imposibilitadas/es este año de todo ese proceso, volvimos a demostrar que logramos conquistar un piso de debate social alto sobre el tema con muchos años de lucha, de debate, de impulsar la ESI en las escuelas, de autogestionar lo que el Estado decidió no mirar. 

También a partir del debate instalado sobre aborto hemos podido avanzar en este contexto particular en otros ejes que hacen a la opresión de las mujeres y disidencias como es la carga de las tareas de cuidados que recaen en nosotras y nosotres y que se vizibilizó aún más en un contexto de pandemia, y por otro lado, se vuelve a instalar el debate sobre la separación de la Iglesia del Estado, por el fuerte lobby clerical que se ejerce y se redoblara de cara a la última votación. En este sentido, hemos tenido nuevamente que enfrentarnos a situaciones hostiles por parte de los sectores antiderechos, pero logramos responder con argumentos superadores, solidaridad y cuidados colectivos. 

Nos acercamos cada vez más a una nueva jornada histórica, que podría representar una conquista fundamental, pagar esa deuda que la democracia tiene con nosotras y nosotres. Es tiempo de ser protagonistas de esta batalla fundamental para que ningún puñado de senadores nos vuelva a negar el derecho fundamental a nuestra autonomía, a decidir nuestro proyecto de vida. 

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