Este lunes tendrá lugar un nuevo paro feminista en un contexto particular de continuidad de la pandemia, en donde se expusieron las condiciones más brutales de precarización de la vida para mujeres y disidencias. Con la reciente conquista histórica de la ley IVE alcanzada, pero con muchos derechos negados y vulnerados, este 8M paramos el mundo, para moverlo y transformarlo.

Este 8M: nosotres paramos. Nos mueve el deseo. 

El 8 de Marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con paro y movilización de mujeres y disidencias en distintos países. El 2020 tuvo la particularidad de haberse visto enmarcado en una pandemia y extensas cuarentenas, lo que provocó una  agudización de la crisis económica a nivel mundial. 

Nuestro país no fue la excepción. Con ya varios años de recesión, la pandemia agravó todos los problemas y desigualdades existentes. Se recrudecieron las situaciones de violencia machista; aumentaron el desempleo, la precarización y la inflación profundizando una feminización estructural de la pobreza, volviendo más notoria que nunca la carga que pesa sobre nuestros cuerpos con las tareas domésticas y de cuidado de niñes y adultos mayores. Esta situación más trágicamente se vive en el colectivo trans- travesti, quienes no tienen acceso al trabajo digno, a la vivienda y a la educación, y el promedio de vida de las personas trans en Argentina continúa siendo de entre 35 a 41 años. 

En un  contexto tan complejo, hemos sido las mujeres y disidencias las que más le hemos puesto el cuerpo. La mayoría del personal de salud -muchas de ellas en pésimas condiciones de trabajo- son mujeres que han estado en la primera línea, cuidando a todes. Las docentes intentando sostener la educación sin recursos, las compañeras en los barrios organizando comedores para que nadie pase hambre, las redes feministas escuchando ante cada caso de violencia machista y acompañando cada aborto clandestino. Fuimos y somos nosotres les que estamos ahí, cuidándonos.

Este 8 de marzo, nos encontramos sin embargo, con reclamos más urgentes que nunca. La pandemia puso al descubierto todo lo que no se banca más. Necesitamos un reconocimiento urgente e integral: con infraestructura, con profesionalización y buenas condiciones de trabajo de todas las tareas de cuidado. Necesitamos inclusión laboral trans ya. Luchamos para terminar con la brecha salarial y seguimos peleando por trabajo digno, vivienda, salud y educación para todes.  

Aborto Legal: es ley y vamos por su efectiva implementación en todo el país

Tras años de lucha, el 2020 cerró con nuestro gran triunfo: la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Las masivas movilizaciones en todos los rincones del país terminaron con gritos de festejo y emoción: se sancionó la ley 27.610. Conquistamos el derecho a decidir y eso nos acerca un poco más al mundo que soñamos.

Somos conscientes que este importante paso abre nuevos desafíos. El principal y más claro es la pelea por la implementación real y efectiva del derecho al aborto legal, seguro y gratuito en todo el país. Para eso es fundamental que se garanticen los recursos necesarios para los efectores de salud, distribución de Misoprostol e instrumentos necesarios, acceso a la información y principalmente que se garantice que en cada centro de salud haya a disposición trabajadorxs de la salud que no sea objetor de conciencia. A su vez, una cuestión aún pendiente es la aprobación de la droga Mifepristona por parte de la Anmat, para que pueda empezar a conseguirse en Argentina y de esta manera elevar la efecacia de los abortos medicamentosos de entre un 75% y 90% a un 98%. En este sentido, también es importante que se capacite a les profesionales de la salud en la utilización de la técnica AMEU y que se provea de las cánulas necesarias para acceder a dicho procedimiento. 

En este marco, una lucha a continuar profundizando es el cumplimiento de lo que dicta la ley por parte de las Obras Sociales incluyendo la IVE dentro del Plan Médico Obligatorio. 

Una de las principales batallas que darán los antiderechos será  la judicialización -como lo expuso el nefasto fallo en Chaco- y las presiones para que no haya derivaciones y que se obstaculice el acceso al derecho al aborto mediante los objetores de conciencia. Las redes feministas son fundamentales para que logremos que ninguna persona gestante sea violentada y todas puedan acceder a sus derechos. 

En este sentido, es fundamental la pelea por el cierre de las más de 1500 causas previas por eventos obstétricos o abortos clandestinos. No estamos todas: faltan las presas y la pelea por su libertad debe ser hoy una de nuestras principales banderas. La red de profesionales por el derecho a decidir y los colectivos de abogadas feministas están siendo fundamentales para lograr estos pasos. 

Para que el acceso a la salud sexual y (no)reproductiva sea una realidad, también es importante seguir la larga lucha por la verdadera implementación de la ESI, e incluir el derecho al aborto como contenido de Educación Sexual.  Necesitamos que se garantice el acceso a la ESI laica y científica en todos los establecimientos educativos del país, desde una perspectiva no binaria: abierta a todas las identidades y géneros, con capacitaciones correspondientes para docentes y acceso gratuito a información, métodos anticonceptivos y productos de gestión menstrual. 

Paramos contra toda violencia machista: el estado es responsable.

El recrudecimiento de la violencia machista en el marco de la pandemia tuvo su máxima expresión en los 270 femicidios y más de 150 crímenes de odio durante el 2020. En lo que va de este año, ya se registraron 66 femicidios según el Observatorio Lucía Pérez, y seguimos sin siquiera tener datos oficiales. La mayoría de ellas ya había hecho denuncias previas que fueron completamente desoídas.

El caso reciente de Úrsula evidenció todo el dolor y las violencias que sufrimos las mujeres de manera sistemática y por eso su nombre resonó en todo el país. La responsabilidad del Estado se hizo patente: las denuncias que no fueron atendidas, el femicida era un policía de la bonaerense amparado por las propias fuerzas de seguridad y las respuestas a los pedidos de justicia fue ni más ni menos que la represión. 

En este sentido, amerita señalar que el plan anunciado el año pasado para la erradicación de las violencias, no está siendo desplegado en su totalidad: no se ejecutó todo su presupuesto ni se efectivizaron todas las medidas, a la vez se requieren políticas públicas que atiendan la emergencia que estamos viviendo. Además de seguir avanzando en politicas como la Ley Micaela o proyectar una reforma judicial feminista, se requiere de manera urgente que se de prioridad a la puesta en marcha del plan en su totalidad, con medidas como: apoyo económico y asistencia integral, fortalecimiento de dispositivos territoriales como refugios, de organizaciones sociales e instituciones que lo abordan, abogadxs gratuitos en todo el país para acompañar las denuncias, entre otras.  

Paramos por el reconocimiento al trabajo de cuidados y por Cupo Laboral travesti -trans

En particular en nuestro país con una crisis económica y social importante, que arroja a un 40% de la población a la pobreza, se recrudeció el atropello a los derechos de las mujeres trabajadoras, quienes tienen en su haber no sólo el sostenimiento de su puesto de trabajo sino también las tareas domésticas y cuidado de niñes y adultos mayores. Por otro lado el colectivo trans-travesti, sufre en extremo la vulneración de los derechos más básicos como acceso a la vivienda, educación y salud. En este contexto, será fundamental la pelea porque los salarios y jubilaciones le ganen a la inflación, y el reconocimiento salarial de las promotoras territoriales y de género. En lo que respecta a las tareas de cuidado, se requiere su universalización, y que el Estado disponga de los recursos necesarios para que esa tarea no recaíga en mujeres y disidencias. Los fondos que se van en la deuda ilegitima y fraudelenta contraída con el FMI por el gobierno de Macri, podría utilizarse para todas estas politicas, por eso desde el movimiento feminista exigimos también la suspensión de los pagos e investigación de la deuda. El año pasado conquistamos el decreto de cupo laboral trans travesti en el Estado Nacional, ahora vamos por la ley para que este derecho se haga efectivo en todos los ámbitos. 

El movimiento feminista viene creciendo con fuerza desde hace varios años, con potencia, masividad y unidad. Haber conquistado la ley IVE debe ser nuestro impulso para saber que podemos obtener más conquistas que no pueden esperar, y que debemos profundizar nuestra lucha y organización para las profundas transformaciones que necesitamos para vivir una digna, libre de toda opresión.

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