La tarde del 19 de julio de 1976 efectivos del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército y personal del SIDE irrumpió con violencia y disparos el departamento de Villa Martelli donde se encontraban Mario Roberto Santucho, Secretario General del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), Benito Urteaga junto a su hijo José de 3 años, Liliana Delfino, y Ana María Lanzilotto (embarazada de 6 meses). Horas antes habian sido secuestrados Fernando Gértel y el “Gringo” Menna, compañero de Lanzillotto, también miembro de la dirección del partido, quien fue brutalmente torturado durante días.

En aquel departamento nadie se rindió, y el enfrentamiento dejó como resultado el asesinato de Benito Urteaga, una balacera sobre Santucho y una herida de muerte al Capitán Leonetti, quien falleció poco después. Cuenta Manuel Gaggero (histórico militante del peronismo revolucionario quien se incorporó luego al PRT, actualmente abogado en la causa por la desaparición de lxs compañerxs caidxs) que el Roby Santucho fue trasladado- junto al resto de los militantes- a la Unidad Militar de Campo de Mayo donde falleció sin que se le prestara asistencia médica. Horas después el episodio fue informado por todos los medios como un gran éxito en la lucha subversiva. La tapa de Clarín del 21 de julio tituló “aniquilaron la cúpula extremista”.

Agrega Gaggero que dos testigos de “identidad reservada” aseguraron que el cadáver Santucho fue exhibido en el llamado “Museo de la Subversión” de Campo de Mayo y que días después de la caída de la dirección del PRT los genocidas realizaron un brindis en la Casa Rosada “festejando” junto al Embajador del Imperio, Robert Hill.

Tal ensañamiento y festejo por la muerte, solo puede ser explicado por el singular peso político que implicaba el grupo de militantes de una dirección que se encontraba próxima a sellar un acuerdo con Montoneros y OCPO para iniciar una organización unificada que enfrente al golpe genocida en curso.
Desatado el golpe, el PRT fue el enemigo principal del proyecto genocida que en su jerga los llamaba los “irrecuperables”. Fue por aquel entonces una de las organizaciones que en la historia de nuestro pueblo, más lejos había llegado en la disputa por el poder, logrando por su disposición a vencer una capacidad de acción que ganó la adhesión de miles de trabajadores y el temor de los de arriba.

Por esa influencia y arraigo popular alcanzado, creemos que si bien la caída en combate del 19 de julio fue el golpe más difícil que le tocó atravesar a la militancia perreté, sería erróneo decir que el PRT dejó de existir esa tarde. Más allá de las sucesivas divisiones que se generaron tiempo después, en todo caso el partido dejó de existir cuando su periódico El Combatiente no logró llegar a la militancia y periferia, cuando sus cuadrxs fabriles, barriales, estudiantiles y de otros frentes de masas pasaban a la extrema clandestinidad sin poder realizar el necesario trabajo político, y en el peor de los casos, cuando eran secuestradxs y desaparecidxs. Es decir, que la finitud del partido se consumó cuando éste dejó der ser un organizador colectivo que influyera en la vida política de nuestro pueblo asediado por una dictadura genocida.

De igual modo la represión no acalló la rebeldía de aquella generación que se jugó hasta los huesos por construir la patria socialista en Argentina. Han sido cientos y miles lxs militantes y activistas que retomaron (y retomamos) las banderas históricas que hoy reactualizamos en la perspectiva de construir un proyecto político emancipador de y para les trabajadores.

No cesamos en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia hasta saber dónde están nuestrxs compañerxs secuestradxs y desaparecidxs. Tenemos la fuerza de los organismos de derechos humanos que en 2016, encontramos a Maximiliano Menna Lanzilotto, hijo de Ana y el Gringo Menna, recuperando su verdadera identidad.

A 44 años de la caída en combate de la dirección histórica del PRT, Mario Roberto Santucho, Liliana Delfino, Domingo Menna, Ana María Lanzilloto, Jorge Benito Urteaga, Fernando Gértel

PRESENTES

¡Hasta la Victoria Siempre!

Escribe un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.