Tras 21 días de huelga contra las exportadoras más importantes del país nucleadas en la cámara Ciara, la Federación Aceitera volvió a conquistar el Salario Mínimo Vital y Móvil, tal como lo plantean desde hace años. Sin dudas, la política de la federación marca un camino de democracia sindical, firmeza y unidad de acción, que en este caso se expresó en la lucha junto a la Urgara (recibidores de granos) y el sindicato de San Lorenzo, que está por fuera de la Federación.

Un conflicto sindical y político

También es importante, además de la firmeza de la medida durante veintiún días, la línea que le imprimieron al conflicto, comprendiendo que excedía la mera lucha sindical. Así, en las últimas semanas, desde la Federación expresaron que una actividad con semejante rentabilidad, no sólo intentaban doblegar al gremio aceitero sino también presionar al gobierno. Recordemos por ejemplo, el rol que jugó esta industria, clave en la exportación para la generación de divisas, en el debate sobre la expropiación de Vicentin.

Para entender el tinte político del conflicto basta contrastar con el rol que jugaron esos empresarios durante el macrismo, cuando intentaron evitar por todos los medios cualquier indicio de conflictividad, llegando a rápidos acuerdos que impidan el ingreso de divisas que implica la actividad. “Es extraño que hoy, estando este Gobierno, esta gente se ponga más dura. Me parece que están especulando para tratar de lograr una baja de impuestos o una devaluación y nos quieren tomar de rehenes”, decía Daniel Yofra, Secretario General de FTCIODyARA en plena lucha.

Salario mínimo vital y móvil y reincorporación en Danica

El gremio aceitero hizo punta en pasar de discutir porcentajes, a basar su reclamo de aumento en el monto de un salario mínimo, calculado según manda el artículo 14 bis de la Constitución y el 116 de la ley de contrato de trabajo. Es decir, que cubra las necesidades del trabajador para una vida digna y no sólo una canasta elemental. La negociación en base al valor de la fuerza de trabajo que persigue la inflación permite recuperar salario. Desde 2009 se acuerda en base a esa pauta el salario básico a nivel nacional.

“Hoy volvimos a demostrar que es posible luchar y vencer por nuestros derechos como trabajadores, y los de nuestras familias, reafirmando el fundamento de nuestra política gremial que es el derecho a un Salario Mínimo, Vital y Móvil según su definición en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, esto es, que asegure a los trabajadores alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, indicaron los aceiteros en un comunicado. Y cerraron “con el deseo de que nuevos ejemplos de unidad y solidaridad obrera para la lucha se multipliquen, hasta que llegue el día que el Salario Mímimo Vital y Móvil sea un derecho de toda la clase trabajadora argentinda”.

A su vez, mediante una medida judicial, se logró la reincorporación de Lucas Suárez, injustamente despedido de Dánica hace seis meses.

Una señal de lucha, firmeza y unidad, para la puja de 2021

La victoria de los aceiteros es un faro para muchos del sindicalismo y el movimiento popular argentino, que en este contexto adverso marca un camino por varios motivos. La capacidad para tejer la más amplia unidad de acción en base a una lectura correcta de las relaciones de fuerza, y la solidez de una base empoderada por la organización y democracia interna donde los plenarios nacionales de delegados son base de formación y decisión colectiva. 21 días de huelga sólo se sostienen por el convencimiento de las bases y su identificación con la política de su conducción. La unidad no solo se expresó en las bases, con la firmeza en cada fábrica y con los gremios de la actividad; la Federación es parte del Frente Sindical Para el modelo nacional que impulsan Camioneros, Smata, Canillitas y otros gremios de la CGT, y durante el macrismo jugó un rol central para tejer unidad junto a la Corriente Federal y las CTA.

El ejemplo de lucha de Aceiteros debe expandirse en el movimiento obrero como también su búsqueda de medidas y programas unitarios que permitan establecer una relación de fuerzas favorable para el movimiento obrero y el campo popular en la puja central que existe en nuestro país por ver quien paga los costos de la crisis del macrismo y que la pandemia profundizó.

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