La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina, anunció a través de un comunicado, el inicio de la medida de alcance nacional a partir de hoy, frente al retraso de más de dos meses en la revisión de la escala salarial.
A contramano de la conducción de la CGT, más preocupada por negociar acuerdos con los empresarios y el Gobierno a espaldas de las y los trabajadores y perpetuar su mandato, el sindicato aceitero resolvió iniciar “un plan de lucha, cuya primer medida de acción directa comienza a las 14 horas de hoy -martes- con una huelga en las plantas aceiteras del país, tras la provocación por parte de la representación patronal de las cámaras CIARA, CIAVEC y CARBIO al negarse a la revisión de la escala salarial prevista para el mes de agosto pasado”, según manifestó en un comunicado.
Lo que sucede es que ya pasaron más dos meses desde que las cámaras debían acceder a la discusión para la actualización de la escala salarial, según lo establece el Convenio Colectivo de Trabajo 420/05 de la actividad. “Fue firmado por estas mismas cámaras patronales en el acuerdo del pasado 30 de abril de 2020, y sin embargo, su respuesta fue la dilación primero, y la negativa expresa a proceder a la revisión después” denunciaron desde la federación.
En ese marco, reclaman que el Salario Mínimo Vital y Móvil, como suma necesaria para asegurar el acceso a esos derechos esenciales es hoy de $81.670 según el INDEC, “piso que debería percibir cada trabajador y trabajadora en todo el territorio nacional” según el gremio.
En tanto, denuncia que como actividad declarada esencial “generó una rentabilidad superior a la de años anteriores” y que pese a eso, “la postura de las cámaras es la negativa a negociar” desconociendo que esas ganancias extraordinarias “son fruto del esfuerzo de los trabajadores que arriesgaron su vida y la de sus familias al quedar exceptuados del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”.
Las empresas agroexportadoras, como tantas otras, vienen aprovechando la pandemia para realizar diferentes ataques a las y los trabajadores. “Este accionar se complementa con la ofensiva patronal que algunas empresas desarrollan contra el CCT 420/05, como es el caso del Grupo Beltrán en la empresa Dánica, que comenzó en su planta de Llavallol el segundo lock out en seis meses, para extorsionar a los trabajadores a que “acepten” un cambio de convenio – salir del CCT aceitero aplicable a dicho establecimiento desde hace 75 años y pasar a alimentación – lo cual es absolutamente ilegal” advirtió el sindicato aceitero.
En ese marco, los trabajadores y trabajadoras de la algodonera Avellaneda, propiedad del grupo Vicentin, vienen reclamando desde hace meses por una recomposición salarial y mejores condiciones de trabajo.
La iniciativa aceitera de defensa de los intereses obreros, abona a la construcción de una agenda de la clase trabajadora en un contexto en que la pandemia golpea fuertemente a los sectores populares, y en el que las organizaciones del campo popular se encuentran atomizadas y con cierto grado de desorientación.
Enfrentar a la derecha y los sectores concentrados de la economía, que pretenden seguir enriqueciéndose incluso en este marco de emergencia sanitaria, no es posible desde los escritorios del pacto social, sino que es preciso avanzar en la unidad y movilización popular para construir la agenda de les trabajadores y el pueblo.
Vivimos un momento de quiebre, en el que es preciso recuperar la calle y tomar la iniciativa para empujar la construcción pospandemia de una Argentina en la que los que más acumularon en los años de macrismo, asuman los costos de la crisis con un impuesto permanente a las grandes fortunas, que sirva para garantizar trabajo, salarios dignos y un ingreso universal contra el hambre y la miseria.