Tras una intensa lucha con el protagonismo de las y los trabajadores y su sindicato, el gremio aceitero asesta otro golpe exitoso contra la prepotencia patronal. Dánica reconoce el Convenio Colectivo, cesa la persecución gremial, reincorpora despedidos y actualiza salarios. Dialogamos con el compañero Ezequiel Roldán, Secretario General Adjunto del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera Capital y GBA (SOEIA), quien destacó que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”, y celebró haber podido sostener en alto las banderas del Salario Mínimo, Vital y Móvil y el convenio 420/05 que encuadra la actividad aceitera.

Luego de una histórica huelga nacional con triunfo del gremio aceitero en la paritaria 2021, los aceiteros continúan en la senda de los derechos conquistados y los puestos de trabajo defendidos, y dan una vez más una lección de que, en palabras de Ezequiel Roldán, “cuando existen trabajadores, delegados, un sindicato y una federación (FTCIODyARA) que responden a los intereses de los trabajadores, en unidad se puede ganar”.

El acuerdo de Dánica, presentado por el SOEIA y aprobado en asamblea, establece que Avex, del Grupo Beltrán, desiste de su intento de modificar el encuadramiento convencional de las compañeras y los compañeros de la empresa reconociendo la pertenencia a la actividad aceitera.

“En medio de una situación difícil, en un contexto de pandemia donde la empresa amenazaba con cerrar sus puertas, desde el gremio nos paramos en la puerta de la planta y hablamos con los trabajadores y de a poco, pudimos empezar a realizar medidas que derivaron en el triunfo que conseguimos hoy”, subrayó el secretario adjunto de SOEIA.

El dirigente destacó de esta manera la importancia del accionar en el invierno 2020, cuando las compañeras y compañeros de Dánica recibían los golpes más duros del embate patronal y en lugar de ceder a la resignación se pusieron de pie y en asamblea junto a su Sindicato se reorganizaron, definieron medidas de fuerza y eligieron nuevos delegados. “Ese día comenzamos a avanzar por un nuevo camino de lucha para frenar la prepotencia del Grupo Beltrán y recuperar la dignidad”, reza un comunicado del gremio.

Roldán denunció que “los ex dirigentes y delegados que estaban antes, jugaron para la patronal y dejaron liberada a la gente dentro de planta para que la empresa haga lo que quiera con ellos”, y agregó: “nosotros logramos detectar eso desde el sindicato, decidimos pararnos en la puerta de la planta y revertir la situación”. Por lo que consideró “muy importante que, a pesar de no poder hacer elecciones por el contexto de coronavirus, la empresa tenga que reconocer a los delegados electos en asamblea en el marco de una emergencia”. Se trata de los nuevos delegados Javier Castillo y Claudio Rivas electos en asamblea por sus compañeros y compañeras de trabajo.

El acuerdo establece que se inicia un esquema de actualización salarial que incluirá el pago de las remuneraciones, adicionales y demás beneficios convencionales de los aceiteros. “Los compañeros estaban cobrando el salario correspondiente a la paritaria 2018 y logramos que empiecen a cobrar la paritaria 2021, es decir que se lograron 3 paritarias en cinco meses”, explicó Ezequiel, y remarcó que lo más importante fue la defensa del convenio 420/05 que la empresa “vino a sacarle a los trabajadores para llevarlos a un convenio a la baja y no lo logró”. La empresa también regularizará los aportes de los trabajadores a la obra social y a la organización gremial y pagará de inmediato una suma de dinero correspondiente a la deuda salarial que mantenía con los trabajadores: la primer cuota ya ha sido abonada.

En tanto, Roldán destacó el trabajo conjunto del sindicato y los abogados aceiteros, quienes lograron a través de una medida cautelar la reinstalación del compañero Lucas Suarez, injustamente despedido por la empresa y reincorporado en enero pasado.

“Ellos (el Grupo Beltrán) decían que los salarios eran altos y nosotros, no sólo nos regimos por el salario mínimo, vital y móvil que establece la ley, sino que hemos demostrado que las empresas los pueden pagar” dijo el dirigente. “No es solamente en Dánica, sino que en otras empresas también tratan de ir contra nuestros derechos, por eso fue fundamental haber mostrado la firmeza y la reconstrucción de la organización en esa planta”, aseveró.

El compañero señaló la importancia de un gremio “que responda como respondimos”, ya que según advirtió “en muchos lugares los delegados y trabajadores se organizan, quieren luchar y no tienen un sindicato que los respalde y los apoye”. “Estas victorias se logran con unidad, con la unidad de los trabajadores, los delegados electos por sus compañeros, los dirigentes, abogados, el sindicato y la federación”, aseguró.

Finalmente, Ezequiel Roldán le envió un mensaje a toda la clase trabajadora: “que la peleen hasta el final, porque la pandemia ha favorecido mucho más a los empresarios que a los trabajadores, y es algo que sucede a nivel mundial. Tenemos que seguir firmes en la lucha, en cada batalla, porque todos los días tenemos una batalla nueva que librar y si la libramos en unidad podemos obtener la victoria”.

Una vez más las compañeras y compañeros aceiteros demuestran la efectividad de una organización sindical democrática y combativa, al servicio de sus afiliados y afiliadas, comprometida con los derechos de los trabajadores y dispuesta a jugarse hasta el final.

¡Viva la solidaridad obrera! ¡Viva la lucha aceitera! ¡Viva la clase trabajadora!

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