Vuelve el verano y vuelven las interrupciones de servicios en cientos de miles de hogares por la falta de inversión. Este año, además, esta situación se verá agravada por la permanencia de muchas personas en sus hogares ya sea por prevención sanitaria o por el impacto de la crisis económica.
Edesur atribuyó los cortes que dejaron a oscuras a 300 mil usuarios de 18 barrios de la Ciudad a “un incendio internacional” y aseguró que investigarán un “posible sabotaje”. Es el manual de prensa que usan estas firmas. Los verdaderos motivos de las interrupciones -constantes- de un sistema eléctrico tan precario se deben a años de abandono, un hecho que saben todxs lxs trabajadorxs que lo viven en carne propia. Meses atrás, los intendentes del sur del conurbano habían realizado una presentación contra Edesur que terminó con una nueva multa del ENRE.
Las empresas Edenor y Edesur reclaman el descongelamiento de las tarifas como la condición para invertir, y el gobierno a su vez también quiere avanzar en ese sentido para reducir los gastos en subsidios. El secretario de Energía, Darío Martínez, habia ratificado que iba a comenzar un proceso “segmentado” de incrementos. La medida, por ahora, se postergó hasta marzo para contener parcialmente la escalada inflacionaria de los últimos dos meses.
Resulta fundamental recordar, sin embargo, que durante el macrismo, las tarifas estuvieron atadas a la evolución del dólar y registraron subas exorbitantes así como las empresas encabezaron los rankings de facturación. Pero el servicio no se modificó ni jamás llegaron las grandes inversiones. El último anuncio de una inversión de 4 mil millones de pesos esta semana se inscribe en la larga ola de planes tardíos que no suelen concretarse.
Justamente, un hecho curioso es que a pesar de que Edenor registró una pérdida de prácticamente la mitad del valor de sus acciones en dólares en el último año, el empresario Marcelo Mindlin negocia su venta a Vila-Manzano para recostarse en Pampa Energía. Es llamativo que una empresa a la baja con tarifas congeladas despierte interes de compra. Es una demostración, bastante burda, de las expectativas de negocios a costa del estado (y las arcas públicas) que tiene la “burguesía nacional” que supimos cosechar.
Es claro que rescindir las concesiones de las privatizadas debería hacerse en forma inmediata, como por ejemplo se hizo con los PPP en el mantenimiento de rutas y autopistas, y ponerlas bajo control público con participación de trabajadorxs y usuarixs.
Por otro lado, ante la situación inminente de cortes en el verano, la respuesta no puede ser que se resolverá a mediano plazo con inversiones. Tiene que haber un incremento en el personal de las cuadrillas y en el mantenimiento para poder garantizar una rápida respuesta y resolución a los hogares de los barrios populares. Un plan que debería ser costeado por las empresas responsables de esta situación.