El aumento de la Línea 1 del Programa de Trabajo Autogestionado (PTA) de $6500 a $16500 es una respuesta al reclamo de lxs trabajadorxs de las fábricas recuperadas y autogestivas. Significa un triunfo y un avance importante para poder sostener la economía de cada taller, en un contexto donde no todas pueden funcionar o logran hacerlo al 30% de su capacidad productiva. La demora en dar una primer medida concreta a lxs trabajadorxs sin patrón, si se piensa en las ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción que reciben lxs trabajadorxs bajo relación de dependencia) u otras líneas que no logran incluir a la totalidad de las cooperativas, hace necesario repensar los problemas estructurales que afectan al sector.
La actual Ley de cooperativas y asociaciones rige desde mayo de 1973 (Ley 20.337). En ella se desarrolla la forma estatutaria de organización interna entre “lxs asociadxs”: Consejo de administración, asambleas y métodos de contralor interno y externo. Así, experiencias de lucha del movimiento obrero que desarrollaron la autogestión para defender los puestos de trabajo, fueron encuadrándose dentro de estas normas y figuras tributarias, como el de monotributo social, lo cual si bien da un marco, no llega a profundizar sobre los derechos laborales.
Este punto ciego de la legislación significa una precarización de hecho que queda evidenciado en todas las dificultades que asoman. Por ejemplo el acceso a un subsidio, un crédito o lo que a futuro constituye un derecho para cualquier trabajador, una jubilación digna.
Las crisis económicas dentro del sistema capitalista desprenden siempre ajuste para lxs obrerxs por lo que la autogestión es una respuesta desde abajo que cuestiona desde lo político y lo económico. Nada es imposible para quienes realmente movemos el motor del mundo: Pensar en Zanón, en Madygraf, en el Bauen o en cualquiera de las 7000 cooperativas que a pesar de las adversidades han logrado sostenerse y desarrollarse a nivel nacional, dejando en claro que sin patrón se puede. Creemos que la actualización de Línea 1 es un punto importante que desprende la necesidad de avanzar en una nueva ley de cooperativas que contemple las necesidades y reclamos del sector.
El camino es la lucha y la unidad de acción para poder construir la fuerza necesaria para lograrlo.