A 87 años del fallecimiento de una las grandes revolucionarias e impulsoras del feminismo socialista, sus ideas y su acción nos sigue inspirando en la lucha contra este sistema capitalista patriarcal y por la conquista de otra sociedad.

Nacida en Alemania en 1857, Clara Zetkin fue una de las más importantes dirigentes del
Partido Socialdemócrata Alemán y la principal organizadora de la sección femenina del
partido y del periódico La Igualdad. A lo largo de su vida, se tuvo que anteponer no sólo
contra las prohibiciones e impedimentos que había para la participación de mujeres en la
política, sino también contra el conservadurismo y los prejuicios de muchos de los propios
militantes socialdemócratas.

Clara Zetkin fue una luchadora por los derechos de las mujeres en todos los planos. Peleó
por el sufragio femenino, por el reconocimiento de igual salario por igual trabajo, por el
derecho al aborto y al acceso a la anticoncepción, por el acceso de las mujeres a todos los
niveles educativos y por el carácter gratuito, laico y mixto de la educación. Denunció la
opresión de las mujeres bajo el capitalismo y cuestionó la idea de familia y matrimonio
burgués. Su protagonismo en el movimiento feminista socialista fue tan importante que se
le adjudica a ella la propuesta de conmemorar el 8 de marzo el Día Internacional de las
Mujeres que seguimos levantando hoy.

Clara, junto con Rosa Luxemburgo y tantas otras mujeres, tuvieron que pelear por hacerse
su lugar en la lucha política y por impulsar que el partido socialdemócrata y los sindicatos
intervengan organizando a las mujeres trabajadoras. Constituyeron así, las Conferencias
Internacionales de Mujeres Socialistas bajo la perspectiva de comprender que el problema
de la opresión de las mujeres tiene un carácter estructural y que por lo tanto, la
emancipación femenina va de la mano de la victoria de la revolución. Por ello la
organización y la participación de las mujeres en la lucha revolucionaria era uno de los
motores que movía a Zetkin.

Ahora bien, ello no suponía que sus intervenciones sólo estuvieran centradas en la
militancia feminista. Su amistad con Rosa fue muy cercana y juntas tuvieron un
protagonismo en la discusión contra el reformismo y el viraje del Partido Socialdemócrata
Alemán al aprobar los créditos de guerra en el marco de la Primera Guerra Mundial. Juntas
fueron parte del núcleo fundador de la Liga Espartaquista que posteriormente formaría el
Partido Comunista Alemán del cual Zetkin fue representante en el Reichstag (el
Parlamento) durante la República de Weimar. Cuando los nazis tomaron el poder, se exilió
a la Unión Soviética, donde murió al poco tiempo.

Reconocemos en Clara Zetkin a una de las nuestras que sigue siendo hoy un faro en la
historia del movimiento feminista que busca transformarlo todo.

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