En el día de hoy la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló en la polémica causa presentada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, contra el decreto presidencial que ordenaba la suspensión de clases presenciales en AMBA por el contexto de emergencia sanitaria. El desacato de dicha resolución abrió un escenario de importantes luchas de docentes y estatales en la Ciudad, que tendrán que enfrentar un nuevo golpe de la Justicia.
Fueron semanas de intensa controversia sobre los diversos fallos judiciales que se suscitaron a partir del DNU 241/2021, a la expectativa de lo que dijera la CSJN que hoy determinó que el Decreto violaba la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y que las provincias y la CABA tienen la potestad de determinar la continuidad de la modalidad presencial de las clases.
En este sentido, no cabe un análisis técnico, sino fundamentalmente político: el mensaje de la Corte Suprema en apoyo a las necesidades políticas y electorales del Gobierno de Larreta no puede ser más claro. Y la alianza con los medios hegemónicos que desde el día de ayer anunciaban lo que la Corte iba a dictaminar -inclusive con citas textuales como Infobae-, demuestran que estamos ante un ataque de los sectores conservadores y la oposición derechista a las medidas sanitarias que se vienen tomando, y en última instancia al propio Ejecutivo.
Recordemos que este fallo se dictamina una vez vencido el plazo del DNU que cuestiona, pero la CSJN respalda igualmente al Gobierno de Larreta, que en una maniobra política, había conseguido el fallo de la Sala IV del fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la CABA, la denominada “Sala amarilla”, por su afinidad política manifiesta con el gobierno de turno.
¿Cuáles son los puntos centrales de este asunto por el que debemos estar alertas y considerar peligroso? La articulación de la oposición, medios hegemónicos y poder judicial (en distintos niveles) para imponer su política por sobre las medidas dictadas por el gobierno nacional elegido democráticamente. Dichas medidas, aún insuficientes, son dictaminadas en función de una situación extremadamente alarmante en términos sanitarios, es decir lo que está en juego es la vida y salud de toda la sociedad argentina, frente a una pandemia que no reconoce límites geográficos.
En este cuadro sopesar la “autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, por sobre las necesarias medidas sanitarias que han sido ampliamente reclamadas por les trabajadores de la educación y buena parte de la comunidad educativa en general, es de una irresponsabilidad institucional con respecto a la emergencia que transitamos y establece una clara intencionalidad de arremeter un golpe político, en una disputa abierta entre el Jefe Porteño con aspiraciones presidenciales y el gobierno nacional.
En este sentido, las luchas emprendidas de manera unitaria en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por los sindicatos de docentes y estatales, que no se veian con esa magnitud desde esa hace 10 años, son la punta de lanza fundamental para defender las necesidades populares, frente a un ataque de la derecha con todos sus instrumentos.
Profundizar la resistencia y lucha de estos sectores, con iniciativas en las calles con los cuidados sanitarios necesarios y ampliando la solidaridad popular en un máximo estado de alerta es el único camino para dar una respuesta a la altura de las circunstancias contra las condiciones que los sectores derechistas intentan imponer.