En el marco del #28S, entrevistamos a Inés Cortés, militante del MPP – FA y diputada (s) por el mismo sector.
1) ¿Cuál es la situación de acceso al derecho del aborto en tu país?
Desde octubre de 2012 la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Uruguay es un acto legal (no penalizado) y gratuito. Dicho acto está regulado por la ley 18.987, en la cual se explicita la garantía del Estado uruguayo a la procreación responsable promocionando el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos de toda la población.
Todo prestador de salud público o privado está obligado a prestar atención para la IVE o derivar a otro centro en caso de ser objetor de conciencia (recurso previsto por el poder judicial para profesionales o centros de salud católicos o que por razones morales se nieguen a practicar la IVE).
Tal como establece la ley 18.987, la IVE se realiza durante las primeras 12 semanas de gestación. Una vez que una mujer manifiesta a un ginecólogo o médico general su deseo de interrumpir el embarazo, se le realiza una ecografía para constatar las semanas de gestación, ésta es inmediatamente derivada a un grupo interdisciplinario integrado por un ginecólogo/a, psicólogo/a y un profesional de las ciencias sociales, el cuál orientará e informará a la paciente sobre el proceso y luego de esto la mujer tiene 5 dias para repensar su decisión. Luego de pasada esta semana si decide continuar con su decisión se le receta Mifepristona (la cual interrumpe el embarazo) y a las 48 hs 4 comprimidos de misoprostol para expulsar los restos. Luego de esto se realiza una ecografía para constatar que todo esté correcto.
2) ¿Qué implica atravesar un aborto en tu país en el contexto de la pandemia covid-19?
Actualmente los centros de salud atienden con casi total normalidad, en algunos casos las consultas se realizan por teléfono en primera instancia, pero al manifestar la necesidad de interrumpir un embarazo se pasa a la presencialidad.
El actual presidente de nuestro país es uno de los legisladores que no votó el proyecto de ley, se declara “pro-vida” y aseguró que no se generarán medidas legales de derogación de la ley pero dijo que todo el gobierno actual se definía provida. En 2012 nadie de su partido votó por la ley, y de hecho un sector del Partido Nacional en 2012 impulsó una consulta popular para derogar la ley el cual no alcanzó más del 8% de adhesión popular.
3) ¿Cómo movimiento feminista que desafíos tienen?
Si bien la ley de IVE se aprobó y reglamentó cabalmente en el año 2012, la discusión en torno a la despenalización del aborto en Uruguay es de muy larga data. Siendo parte del proceso de aprobación de dicha ley una puja de marchas y contramarchas en torno al tema y su discusión social y parlamentaria.
El debate acerca de la despenalización del aborto ha estado presente desde el retorno democrático en 1985, desde dicha fecha a hasta el año 2007 se presentaron seis proyectos de ley de despenalización del aborto acompañados de constantes debates sociales impulsados por organizaciones feminista, profesionales y académicos sobre el tema.
Dicho debate ha tenido momentos de avances y retroceso en base al posicionamiento de los distintos actores fundamentales (organizaciones feministas como MYSU, partidos políticos, asociaciones médicas como la Anestésico Quirúrgica, organizaciones religiosas como la Pro-vida, entre otras). A pesar del posicionamiento (a favor o en contra) de estos actores importantes en el proceso,inevitablemente con el paso del tiempo la demanda se fue masificando y ampliando a numerosos sectores de la sociedad.
En 2008 con el primer Gobierno Frenteamplista se presentó un proyecto de ley integral sobre los derechos sexuales y reproductivos de la población, dentro del cual uno de los artículos despenalizaba la interrupción voluntaria del embarazo.
Dicho proyecto fue aprobado en el poder legislativo con los votos del Frente Amplio en ambas cámaras, pero el artículo que contemplaba la despenalización del aborto, fue vetado por el entonces Presidente de la República Tabaré Vázquez.
Dicho veto, generó en los actores que se posicionaron a favor de la despenalización del aborto, cierto refuerzo en los mecanismos de intervención y los recursos para ser escuchados, quedando aún más instalado en la agenda pública el asunto, generando que la población toda, se posicione de un lado u otro de la discusión.
Las marchas y contramarchas en torno al tema, y los sucesivos intentos de modificación institucional truncados no son más que parte del proceso que hizo posible la cristalización de las demandas en 2012 con la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, reglamentada por el entonces presidente José Mujica.
En 2013 bajo iniciativa de ciertos grupos vinculados a la religión y a organizaciones pro-vida, impulsaron la realización de un pre-referéndum para derogar la ley, dicha consulta popular no llegó al 10% del apoyo popular, quedando bien en claro el posicionamiento de la ciudadanía.
Acá hay una cronología de todas las acciones del movimiento feminista en torno al aborto desde la salida de la dictadura hasta su aprobación.