Este domingo se celebra en el país el día del niñe en un contexto de pandemia mundial y cuarentena extendida en la zona de AMBA, les más pequeñxs, sin ser un grupo de riesgo, se encuentran afectadxs por esta situación y por la crisis social y económica imperante. Las tareas que nos damos desde las organizaciones populares son un aporte central para garantizar condiciones de vida digna para les niñes de nuestro pueblo.
Uno de los efectos más reconocidos de la pandemia y cuarentena obligatoria, fue que logró visibilizar contradicciones, desigualdades y problemáticas sociales que antes parecían escondidas o se encontraban fuertemente naturalizadas. Así la extrema precarización en la vida de les niñes de Argentina pasaba desapercibida a pesar de la injusticia que se ve en sus cifras. Al cerrar el año 2019 en nuestro país el 53% de les niñes y adolescentes se encontraba en situación de pobreza, es decir 7 millones. Al finalizar el 2020 se estima que la misma ascenderá a un 58%.
En este contexto, la escuela pública juega un rol fundamental no solo para garantizar el derecho a la educación sino también como espacio de contención social. La cuarentena obligatoria retiro a les niñes de ese espacio a sus hogares, en muchas ocasiones sin condiciones básicas: sólo el 27% de les niñes y adolescentes que viven en villas y asentamientos tienen computadora, además de los problemas de conectividad en los barrios populares. Esta problemática su puso de manifiesto de modo tal que en la última conferencia de prensa Rodríguez Larreta anunció que algunas escuelas en CABA abrirían para niñes con problemas de conectividad.
En este sentido es que se vuelve fundamental fortalecer el trabajo de las organizaciones populares que, ante el impacto de la crisis, han desarrollado múltiples estrategias para poder generar espacios de contención y acciones de solidaridad para garantizar los derechos de les niñes aun en este contexto.
Desde Abriendo Caminos somos parte y destacamos el trabajo que viene desarrollando el Frente Juvenil Hagamos Lo Imposible abordando distintas temáticas, que nos permiten problematizar el adultocentrismo imperante y atender las necesidades y preocupaciones de lxs más pequeñxs. Desde esta óptica por ejemplo, los talleres sobre ESI realizados virtualmente donde les adolescentes son les protagonistas y se construye un espacio de intercambio y socialización mutua han sido experiencias por demás interesantes para seguir tejiendo lazos en la cuarentena.
En este marco, se desarrollan también iniciativas para que el día del niñe pueda en los barrios populares llevarse adelante, a través de ollas y meriendas populares, entrega de juguetes, festivales virtuales, que permitan a las familias no cargar en soledad con esa celebración, sino que sea la organización colectiva el respaldo necesario.
El sostenimiento de estas actividades es fundamental, al tiempo que reconocemos en la situación de emergencia que se encuentran las niñeces en Argentina, y encaramos la construcción de una agenda popular de salida de la crisis que ponga en el centro los derechos y necesidades de les niñes y adolescentes.
Una salida que nos permita en unidad garantizar infancias libres y con todos los derechos.