Tras el último anuncio conjunto entre Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta en el que se estableció la apertura paulatina de la cuarentena, los contagios en CABA no han dejado de crecer. ¿Hacia dónde va la Ciudad?
Como hemos señalado oportunamente (Se flexibiliza la cuarentena en pleno pico de contagios) la apertura que anunciaron los tres gobernantes iba a contramano de los diagnósticos epidemiológicos y dejaba ver sobre todo los efectos de las presiones empresariales, así como también del desgaste social luego de más de cien días de aislamiento.
En la Ciudad de Buenos Aires, antes del anuncio, el ministro de salud Quirós y otros funcionarios del ejecutivo habían comenzado a declarar en los medios que los contagios, si bien crecientes, estaban teniendo un ritmo de duplicación menor al de las semanas previas, al tiempo que relativizaban el colapso del sistema de salud del distrito.
Aún más lejos que eso, de manera inmediata a los anuncios, Rodríguez Larreta se calzó el traje de runner e hizo una recorrida por diversos medios apuntalando su propia mirada acerca de la gestión de la pandemia. Bajo su planteo de abordaje integral, que implicaría no sólo el cuidado de la salud sino también de la economía, comienza a despegarse de manera más explícita de la orientación del gobierno nacional y provincial. La referencia a lo runner no es anécdotica, sino que hace a un gesto político claro. El primer día habilitado nuevamente para correr, Larreta salió en los medios “como un ciudadano más” por los bosques de Palermo ratificando una de las medidas que más controversias había generado. Debajo de los runners y las aperturas lo que subyace es una concesión hacia los sectores medios y ricos de ls CABA que, como una parte de su propio armado político, ha cuestionado la cuarentena desde el inicio.
¿”Tensión” o colapso?
El viernes de la semana pasada Fernán Quirós, el ministro de Salud porteño, admitió en parte la situación del sistema de salud a la que definió “en tensión” por el crecimiento de casos. Y aseguraba que un 60 % de las camas de terapia intensiva del sistema público ocupadas y cerca del 70 en el sector privado. Pero la Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA ha salido al cruce de esta información al señalar que las UTI ya se encuentran colapsadas. De acuerdo a su relevamiento, hay 274 camas disponibles en la ciudad y hay 290 pacientes graves. Es decir que hay 16 personas internadas en otros espacios (shockroom, guardias).
A esto se suman la precarización laboral, las faltas de condiciones que desde hace meses vienen denunciando les trabajadores del sistema de salud se recrudecen en la apertura de la cuarentena con el aumento de los casos. La cara más cruda se ve en la muerte de una trabajadora de limpieza del Piñero, contratada por una tercerizada. La apertura de la cuarentena en un contexto de aumento de casos, agudiza la tensión que se desenvuelve en una mayor presión y exposición para les trabajadores.
Lo esencial es invisible para Larreta
A lo largo de la cuarentena, distintos sectores de trabajadores vienen desarrollando peleas en defensa de sus puestos de trabajo y contra la precarización laboral. En la Ciudad, además de les trabajadores de salud, la juventud precarizada da la pelea contra una política del gobierno a medida de las empresas como Rappi y Glovo, que se expresa en la votación de una ley acomodada a sus intereses a contramano de los fallos de la justicia laboral que desde el año pasado establecen les repartidores deben ser reconocidos como trabajadores con los derechos correspondientes.
El contraste entre les trabajadores y el gobierno de la Ciudad, tienen la cara más burda en los videos filtrados en los últimos días, con funcionarios del sector de educación de fiesta, bailando, mientras les trabajadores de la educación que entregan las viandas en las escuelas se exponen sin elementos de cuidado ni prevención y trabajadores estatales son obligades a trabajar como voluntaries bajo amenazas de despido. Incluso, ante los reclamos que se han llevado adelante desde algunos sectores como Promoción Social el gobierno no ha dudado en hostigar a los manifestantes mediante las siempre propatronales patotas de SUTECBA.
Ante esas postales de cinismo y abandono estatal, las respuestas fueron dadas por la organización popular. Esto es lo que se viene visibilizando desde la campaña “Somos esenciales” impulsada por el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Barrios de Pie, CTA y FOB, quienes junto otros movimientos sociales en la Ciudad ocupan la primera línea en la lucha que día a día se desarrolla en los barrios tanto contra la pandemia como contra el hambre. De la mano de la crisis sanitaria la crisis económica se profundiza, la necesidad de la asistencia alimentaria en las villas de emergencia y los barrios populares en la Ciudad, allí donde vive el 10% de la población y se concentra la mayor cantidad de casos, se triplicó. La Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, tuvo que reconocer que la pandemia dejó al descubierto la desigualdad estructural en el distrito.
La campaña de las organizaciones sociales implica una serie de demandas que hoy solo son atendidas por el despliegue militante. Para atenuar esta situación se exige que las trabajadoras de comedores, promotoras de salud y géneros y las educadoras populares sean reconocidas como trabajadoras y por ende su trabajo sea remunerado. Junto a estas reivindicaciones, parte de la propuesta central de “Somos esenciales”, es la creación de fondo de emergencia para la economía popular, con financiamiento público provenientes de los sectores más ricos de la ciudad.
El modelo PRO-Cambiemos no va más
La campaña No Tienen Coronita ha desarrollado una importante iniciativa a nivel local, #LosReyesDeLasTorres, que muestra como un puñado de empresarios turbios manejan el negocio inmobiliario y de las tierras en la ciudad. Sólo con un impuesto extraordinario a las torres ¡vacías! de Puerto Madero se podrían resolver las principales demandas populares.
A través de una medida de estas características es que se podría avanzar en la urbanización de las villas y barrios populares o la duplicación del presupuesto en la salud. La lucha para que la crisis social y sanitaria la paguen los que más tienen se debe ligar directamente, por lo tanto, a la pelea de los movimientos sociales y de todxs lxs trabajadorxs de la ciudad.
Desde Abriendo Caminos convocamos a reforzar estas iniciativas, y a articular la unidad de los distintos sectores populares para defender nuestras vidas ante la apertura irresponsable de Larreta en pleno pico de la pandemia. Ese es el camino también para ir poniendo en pie una alternativa popular que pueda derrotar el modelo de Juntos por el Cambio.