Se prepara para este jueves 8 de octubre el 4° Paro Internacional de repartidores de aplicaciones. La medida está enmarcada en una lucha que vienen llevando adelante hace varios meses y que se profundizó con el crecimiento durante la pandemia. Es fundamental darle visibilidad a los reclamos y acompañar a quienes juegan un papel esencial en la economía pero en condiciones de profunda precarización laboral.
La medida de fuerza está convocada por repartidores y organizaciones de más de 12 países en una gran muestra de unidad internacional frente a las multinacionales que operan en todo el globo. Un paro conjunto de les trabajadores de reparto echa luz sobre esta situación y da más fuerza a la pelea. La huelga ocurrirá, a su vez, dos días después de la votación en el estado de California, EEUU, de una proposición electoral que definía a los trabajadores de aplicaciones como “autónomos”. Este es un capítulo más de la batalla legal que ya se viene desarrollando hace años, y que afecta a a más de un millón de trabajadores en ese distrito norteamericano.
La pelea por la categorización resulta central para la situación de los trabajadores de reparto y de aplicaciones en todo el mundo, ya que se encubre su situación de empleados en relación de dependencia bajo la figura fraudulenta de “autónomos” o “prestadores independientes” permite a las patronales negarles derechos laborales básicos. Con este punto de partida, podemos rastrear muchos de los otros problemas que aquejan a les repartidores en sus tareas: la dificultad de poder organizarse para reclamar por mejoras salariales (hay casos de tarifas que no se actualizan hace uno o dos años), el sistema abusivo de ranking y puntajes que fuerza la competición interna y la necesidad de forzarse en extremo para poder mantener un ingreso y horas de trabajo suficientes, o la inestabilidad y falta de previsión a futuro.
La pandemia de COVID-19 y las medidas de aislamiento que se impusieron como consecuencia refuerzan aún más la situación de explotación a la que se ven expuestos los trabajadores del sector. Considerados como “esenciales” por la mayoría de los gobiernos, y teniendo habilitación para seguir trabajando, no tuvieron las empresas (en el caso de Argentina, como muchos otros) la obligación de proveerlos con material de protección frente al contagio. Esto no resulta sorprendente, ya que tampoco eran provistos de elementos de seguridad para su trabajo en condiciones normales, ni de cobertura médica o seguros ante robos o accidentes, situaciones a las que se ven expuestos desmedidamente por las condiciones de sobreexplotación ya mencionadas.
Para cambiar realmente de fondo esta situación, y poder garantizar a todxs lxs trabajadorxs de reparto las condiciones de trabajo que corresponden, es indispensable apuntar a los verdaderos responsables, las empresas precarizadoras, que vieron aumentar enormemente sus ganancias recientemente, pero toman la decisión de mantener a lxs repartidores esforzándose para llegar a fin de mes. De la misma manera, debemos exigirle a los gobiernos que hagan cumplir las leyes laborales, ya que sabemos que las empresas no van a cambiar por voluntad propia, y menos aún si los funcionarios siguen apañándolas, como viene haciendo el jefe de gobierno Larreta en la Ciudad de Buenos Aires.
Desde Abriendo Caminos acompañamos este nuevo paro internacional por las reivindicaciones de todes les trabajadores de reparto. Es necesario defender los derechos y lograr el reconocimiento laboral para terminar con la precarización del sector. Llamamos a acompañar la movilización por aumento, licencias y la defensa de todos los puestos de trabajo.