Mientras los casos de contagio por Covid-19 crecen aceleradamente (más de mil por día), la “cuarentena quirúrgica” implementada por el gobierno de Larreta, con mayores aperturas de locales comerciales e inclusive la autorización para actividades deportivas (los famosos “runners”)  respondió a diversas presiones. En primer lugar, como a nivel nacional, de las grandes patronales y los medios de comunicación y, en segundo lugar, de sectores sociales (principalmente de las clases medias)  respecto a la extensión del aislamiento social con su particular “dureza” en el ámbito del AMBA. Lo cierto, es que a partir de ese momento los contagios en la CABA se dispararon y la emergencia sanitaria comienza a ser palpable de acuerdo a los números de camas ocupadas. El desfinanciamiento del sistema de salud público hace que en situaciones “normales” el colapso ante el advenimiento del invierno este latente, por lo que, lejos de advertencias alarmistas, en el marco de la pandemia este escenario puede ser una realidad. En paralelo, el jefe de gobierno porteño sigue llevando adelante un ajuste contra docentes y estatales. Les trabajadores tenemos que construir nuestro programa y nuestra propia alternativa.

Larreta y el ministro de salud, Fernán Quiros, buscaron con insistencia vender una situación controlada de la pandemia matizando la curva ascendente pero, al alcanzar a nivel local los mil casos en un día, seguramente se verán obligados a una marcha atrás al menos parcial. Para ello, es probable que se endurezcan ciertos controles de circulación, no sólo hacia el conurbano sino dentro de la misma ciudad, así como un recucrudecimiento de la represión (en está última semana el caso de gatillo fácil en la 1-11-14 a manos de la gendarmería puso nuevamente en agenda esta situación). Ahora bien, aún en ese escenario, las medidas en el ámbito de CABA no alcanzarían las expectativas de lo solicitado por Kicillof. Tanto el gobernador de la provincia de Buenos Aires, como Alberto Fernández han salido públicamente a criticar ciertos relajamientos de la cuarentena porteña. El “frente único anti-covid” que venía mostrándose en los primeros meses empieza a tensionarse. Larreta fue claro al decir que coordinar acciones no implica llevar adelante exactamente las mismas medidas que las de Provincia. Al mismo tiempo, la oposición y confrontación con el jefe de gobierno porteño ha quedado en manos del gobernador bonaerense, síntoma de una oposición local bastante desdibujada.

Llamativamente, Larreta sufre cuestionamientos a dos bandas. Mientras el Frente de Todos le reprocha su laxitud, el ala dura de Cambiemos le factura su acercamiento a Alberto Fernández. Estos contrapuntos quedaron en evidencia cuando desde el larretismo salieron a despegarse de las movilizaciones en el marco de la intervención de Vicentin, afirmando que “no es el momento” de organizar protestas contra el gobierno y que deben “ocuparse de gestionar”, lo cual da cuenta de ciertas tensiones internas quienes cumplen funciones ejecutivas y aquellos que sólo ocupan cargos legislativos. Al mismo tiempo, cuando crecen los casos y el sistema de salud de la Ciudad está rondando la saturación, no es la mejor decisión alentar la movilización callejera de la derecha. La alianza Cambiemos tiene una base importante electoral en la Ciudad, pero las tensiones internas y un eventual quiebre de la coalición podría poner en cuestionaminto esa mayoría electoral.

Pandemia, desigualdad estructural y ajuste

Si algo puso en mayor evidencia la pandemia es la desigualdad estructural en la Ciudad y los problemas históricos de los barrios populares y villas. La falta de urbanización, de acceso en servicios como el agua y la electricidad, el hacinamiento, la pobreza, el hambre y la miseria de los barrios son condiciones que generan una mayor propagación del virus, tal como se viene denunciando desde los movimientos sociales en la Ciudad. La misma semana que Larreta anunció el avance en la apertura, falleció a causa de la enfermedad, Carmen Canaviri, coordinadora de un merendero de Barrios de Pie en el barrio 1-11-14. Falleció también a causa del Covid, Leonardo Javier Macrino, en situación de calle, luego de ser desalojado de un hotel (pese a la prohibición de desalojos) y luego de haber llamado en reiteradas ocasiones al BAP 108 para ser asistido. Los paradores de la Ciudad están abarrotados y en pésimas condiciones socioambientales para asistir a la población en situación de calle , que sigue siendo altísima (7251 según el último censo 2019 de personas en situación de calle)

Por otra parte, ATE Durand denunció la falta de respiradores suficientes para enfrentar la pandemia. La falta de recursos y las condiciones precarias en el sistema de salud no solo abona a una saturación del sistema a medida que avance la pandemia, sino que también redunda en mayor contagio entre los trabajadores de salud, que se encuentran desprotegidos y abandonados por parte del gobierno. Expresión de esto son las denuncias levantadas por trabajadores del Hospital Moyano donde la última semana se registraron 22 contagios entre lxs trabajadorxs. En el mismo sentido van las cifras difundidas por la Asamblea de Residentes y Concurrentes. El relevamiento realizado en los 35 centros de atención de salud porteños: revela que aún en el 83% de los efectores, donde se atienden pacientes con Covid-19, no cuentan con los insumos de bioseguridad, en el 51% de los hospitales y centros de salud no se aplican protocolos para el aislamiento del personal, en el 50% no hay espacios físicos donde aislar a los pacientes sospechosos y sólo en 7 instituciones confirman haber recibido capacitación (Fuente: NuevaCiudad.com.ar).

Al mismo tiempo, trabajadores estatales denuncian que son coercionades a trabajar como voluntaries, muchas veces duplicando las tareas laborales, bajo amenaza de despidos, en situaciones de riesgo de contagio y, además, sin contar con las condiciones de seguridad e higiene. El gobierno de Larreta no tiene cuarentena para avanzar en el ajuste y ya anunció el cierre definitivo del programa Adolescencia al que desde hace casi una década asisten más de 9 mil pibes de las barriadas de la ciudad y emplea a cientos de personas. Como parte de esta misma política de recorte aparece el intento de mudanza y también cierre del Hogar Eva Duarte destinado a madres adolescentes víctima de violencia machista.

La contracara a la emergencia que vienen atravesando los sectores populares y les trabajadores esenciales son los negociados del gobierno de Larreta, con la compra de barbijos vencidos con sobreprecios o la contratación de hoteles para alojar a casos sospechosos de Covid.

Mientras el gobierno le da respuesta a la presión de los anti cuarentena y las empresas que exigen un retorno a la normalidad, son las organizaciones populares y los movimientos sociales los que vienen poniendo el cuerpo en cada una de las instancias posibles, defendiendo los derechos del pueblo, reclamando y garantizando ollas populares y derechos donde el gobierno de la Ciudad se ausenta. A lo largo de la cuarentena, se han puesto en pie coordinaciones en los barrios populares y las villas, como en la 21 24 y en la 1 11 14 desarrollando acciones unitarias y, recientemente, desde el FOL, la CTA-A y Barrios de Pie han iniciado una campaña por un Fondo de Emergencia para la Economía Popular. Además siguen las jornadas coordinadas entre les trabajadores de salud o les de aplicaciones.

En la misma sintonía de ajuste, el anuncio del pago de aguinaldos en cuotas para docentes y estatales en la ciudad (en linea con lo anunciado para los escalafones más altos por el gobierno nacional) aparece como la primera aplicación concreta de la -mal llamada- ley de emergencia, votada por la legislatura en plena cuarentena, que ya he tenido una respuesta con un paro unitario de un conjunto de sindicatos docentes. Sin lugar a dudas, es ahí donde estará el principal eje de confrontación de lxs trabajadorxs y movimientos sociales en la post-cuarentena.

Al mismo tiempo, Cambiemos se prepara para una nueva confrontación con el tratamiento en la Legislatura del proyecto de ley para beneficiar aún más a las empresas de aplicaciones al buscar legalizar las actuales condiciones de hiperprecarización. El conflicto de lxs trabajadorxs precarizadxs de las APP viene en crecimiento y ya convocó a rechazar la ley.

El escenario de enorme complejidad en términos económicos a nivel nacional, tendrá su traducción en la ciudad. Larreta buscará constituirse como la figura de la oposición capaz de encuadrar a todxs detrás de él de cara a los próximos procesos electorales, pero todavía deberá sortear las tensiones y conflictos que implica la profundización de la crisis mientras ejecuta un recorte en políticas públicas de bienestar social, salud y educación.

Como organizaciones populares debemos avanzar en la construcción de una plataforma reivindicativa para los distintos sectores de la ciudad, al tiempo que promovemos construir una alternativa política que logre articular esas respuestas en una disputa integral con el modelo de ciudad del PRO-Cambiemos. El escenario de enorme adversidad que se avecina nos plantea nuevos desafíos y tenemos que estar a la altura para poder enfrentarlos.

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