Más que nunca: ¡paso al protagonismo popular!
Seguramente a más de unx le hayan impactado las imágenes del banderazo convocado por la derecha para el 9 de julio que congregó a varias miles de personas en el Obelisco pero que también se replicó en otros puntos del país. La movilización profundamente reaccionaria es una nueva confirmación de la ofensiva que la derecha viene poniendo en marcha para retomar la iniciativa política -luego de la derrota electoral por sus lamentables 4 años de gobierno-.
Esta tendencia se revitalizó con fuerza especialmente con la pulseada abierta por Vicentin, donde luego del anuncio oficial, el Ejecutivo encabezado por Alberto Fernández retrocedió y delegó en el gobernador Omar Perotti la negociación para una salida consensuada…con los responsables del vaciamiento y el desfalco de la empresa. Esta vacilación en la disputa por el control de una de las principales agroexportadoras le ha dado aliento a los sectores más reaccionarios que han salido a las calles para cuestionar también la cuarentena, es decir, una medida sanitaria necesaria para contener la propagación del coronavirus.
Se trata, entonces, de un planteo integral que empalma estas movilizaciones con la agenda de las patronales para una reapertura indiscriminada de la economía para resguardar sus superbeneficios a costa de la salud del pueblo, como ya evidencian los numerosos contagios en empresas y lugares de trabajo. Desde el inicio de la cuarentena, se estima que alrededor de 400 mil trabajadorxs formales han perdido su trabajo y una cifra similar de “monotributistas” han dejado de aportar a la seguridad social. Frente a esto, el gobierno no ha garantizado el cumplimiento del decreto que prohíbe los despidos y se ha limitado apenas a garantizar la extensión del IFE a un mes más (incluso quiso recortarlo a la mitad de beneficiarixs pero debió dar marcha atrás ante el reclamo de los propios gobernadores por la magnitud de la crisis social). Peor aún, el desdoblamiento del pago del aguinaldo a estatales, aunque se trate solo de un segmento, es una señal para que las patronales hagan lo propio en el sector privado.
En este marco, existen tensiones también dentro de la propia oposición en donde la línea dura liderada por Patricia Bullrich parece ser la de más iniciativa, teniendo un espaldarazo el miércoles pasado con la difusión de la entrevista a Macri por parte de Álvaro Vargas Llosa. Dicha entrevista devela que no estamos ante una iniciativa aislada, sino que la derecha se enlaza en un proyecto regional que tiene como su máximo exponente a Bolsonaro y cuenta con el respaldo del imperialismo yanqui. Desde esta óptica es que un sector de la coalición oficialista piensa que la forma de enfrentar a estos sectores es aislarlos y dar concesiones al empresariado y a un sector de derecha predispuesta a negociar (Larreta-Vidal). Pero es la historia que demuestra que a la derecha debe enfrentarsela con iniciativa y empoderando a los sectores populares, ninguna concesión ni negociación a sectores conservadores que destruyeron el país en los últimos 4 años podrá ser parte de una salida popular a la crisis.
Por otro lado, a contramano de los que vociferan contra la “infectadura”, no sólo el salto en la crisis internacional ha obligado a una intervención generalizada de rescate de las empresas por parte de los estados, sino que, en la gestión ante la pandemia, el ejemplo de Cuba -aislada y asediada por el bloqueo imperialista desde hace décadas- con su sistema sanitario estatal contrasta con las cifras de contagios y muertes de las grandes potencias que hoy se encuentran con un sistema de saluda vaciado y en crisis.
Ante el pico de contagios en marcha que vive nuestro país, la avanzada de la derecha y las patronales y la falta de respuestas adecuadas amenazan con provocar un salto en la crisis sanitaria y social.
BlackRock va por todo
En este contexto, el gobierno ha recibido un nuevo revés en la renegociación por el canje de la deuda. Luego de ceder casi en todos los puntos, llevando su oferta a 53 centavos por bono VNP, el doble del valor real en el mercado, el fondo BlackRock rechazó la propuesta y se dispone a una nueva ronda de reuniones para pedir más y garantizarse todas las condiciones legales del cobro en caso de un eventual default. Ya nos encontramos por fuera de la llamada “sostenibilidad” de la deuda -que, de por sí, nunca lo fue- y atrás de los fondos de inversión, sigue el FMI que no está dispuesto a recortar tampoco un solo centavo de lo que se le adeuda. El camino de la renegociación es un callejón sin salida mientras que la única propuesta soberana sigue siendo la suspensión del pago y la auditoría de la deuda. Nunca es tarde para tomar esa senda.
En ese mismo sentido el tratamiento del impuesto a las grandes fortunas no puede estar a la espera de lo que pase con la deuda, sino que debe trabajarse de inmediato para obtener los recursos necesarios para paliar la creciente crisis. Incluso, es una medida indispensable para poder financiar el presupuesto de proyectos positivos como el recientemente anunciado plan integral contra la violencia machista.
Con los aceiteros y con el pueblo
El mayor contraste que tuvo el banderazo reaccionario de la derecha fue la caravana y movilización impulsada por los aceiteros, acompañada por organizaciones y referentes populares, en distintas ciudades de Santa Fe por la intervención y expropiación de Vicentin y en defensa de los puestos de trabajo. Justamente, quienes ahora salen a defender a los dueños multimillonarios de la cerealera nada dicen de los 5 mil puestos de trabajo que se encuentran en peligro producto del enorme fraude que han llevado adelante estos empresarios en connivencia con los funcionarios macristas.
Como señaló en Rosario Daniel Yofra, el secretario general de la Federación Aceitera, no es momento para tibiezas: o se está del lado de los empresarios o se está del lado de lxs trabajadorxs.
Es necesario que las organizaciones del campo popular intervengan con la mayor unidad por un programa de reivindicaciones urgentes cuyo principal eje tienen que ser que la crisis la paguen los que más tienen.