Este jueves, luego de que el Presidente de la Nación comunicara por cadena nacional la vuelta a fase 1 hasta el 30 de mayo, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anunció para la sorpresa de muchxs, el cierre de los colegios y la suspensión de la enseñanza presencial y virtual hasta el 31 de mayo. A su vez, suspendió la entrega de bolsones de comida en todas escuelas, una ayuda necesaria para las familias porteñas.

Teniendo en cuenta que la educación virtual viene desarrollándose desde comienzos de la pandemia, con el esfuerzo de lxs trabajadorxs de la educación incluso a pesar de la falta de entrega de dispositivos y recursos de conectividad para las familias, a primera vista parece inexplicable esta decisión.

Solo se entiende si lo enmarcamos en la disputa por la presencialidad, en la que el gobierno de Larreta buscó mostrarse como abanderado de la educación pública, y se mantuvo como un defensor a ultranza de la presencialidad en el peor momento de la pandemia, con récord de casos de contagios y muertes que se suceden día a día. Ya son más de 15 les docentes fallecides por COVID desde el inicio de las clases en la ciudad, el pasado 17 de febrero.

En este contexto, en el que los contagios están haciendo peligrar la capacidad del sistema de salud para tratar a lxs enfermxs, a la gestión de la ciudad no le quedó otra que acatar el cierre parcial de muchas actividades, pero, casi por capricho, determinó suspender la totalidad del dictado de clases antes de tener alguna instancia de virtualidad. Algo bastante absurdo de por si, ya que en la actualidad nos encontramos en un esquema de educación bimodal (presencial y virtual) en distintos niveles y está decisión es lisa y llanamente un corte en el vínculo pedagógico de todes les alumnes de la ciudad. Y, prácticamente, un acto de censura contra la docencia. De hecho, en muchas escuelas se decidió desoír está prohibición de dictado de clases virtuales y sostendrán el trabajo con sus comunidades durante estos días de aislamiento estricto.

Parece ser que antes de mostrar que acata el DNU del ejecutivo nacional, prefiere suspender las clases por una semana y peor aún recuperar esos tres días en diciembre.

Pero hay un elemento más: un gran componente de odio hacia el pueblo de la ciudad, sus niños, niñas y jóvenes, y sus docentes, un gremio en pie de lucha desde que el PRO gobierna la ciudad, y a quienes la ministra de educación local llamó “fracasados” en los medios masivos de comunicación. 

Este manejo caprichoso de la gestión de Larreta se enmarca en la interna de JxC, en la que los sectores más “gurcas” lo tratan de blando a la hora de confrontar con el gobierno nacional, por un lado, y en el desprecio a la educación pública que consecuentemente muestran las distintas gestiones del PRO desde que esta al frente de la ciudad, por otro lado.

Desde la gestión de Macri en 2010 hasta la actualidad el presupuesto invertido en educación viene reduciéndose de forma sostenida, del 27% en 2010 al 17,18% en 2021. A eso se le suma que la gestión de la ciudad en 2021 redujo el presupuesto invertido en infraestructura y el Plan Sarmiento (que provee dispositivos tecnológicos a lxs alumnxs), dos rubros claves si se aspira a reducir los contagios.

En un año en el que se tenía que readecuar la infraestructura de los colegios para tener espacios amplios y ventilados, el gobierno de la ciudad redujo desde mediados de 2019 un ¡78%! el presupuesto para infraestructura.

En paralelo plantea una educación bimodal cuando en 2021 redujo 371 millones de pesos para proveer dispositivos tecnológicos a los alumnxs, por medio del Plan Sarmiento, destinándolos a la Dirección de Educación de Gestión Privada. Sí, lo que leyeron, subsidia la educación privada antes de garantizar la conectividad de lxs pibes de menos recursos.

Ahora, luego del 31 de mayo ¿van a seguir forzando a la comunidad educativa a la presencialidad? ¿Que cambiaría en una semana? Siendo la ciudad uno de los distritos que menos docentes vacunó, que tiene de los niveles más altos de contagio del país, con una infraestructura qu

e no es adecuada frente al aumento de los contagios.

Lxs trabajadorxs de la educación y el conjunto de la comunidad educativa tenemos que prepararnos para seguir dando la lucha por una educación cuidada y que a ningún pibe le falte conectividad para ejercer su derecho a la educación.

Creemos fundamental seguir profundizando la articulación entre el gremio docente, las familias y toda la ciudadanía de la ciudad para construir una nueva medida unitaria que, así como lo fue la caravana por la salud y la vida de hace dos semanas atrás y el acto unitario de sindicatos porteños, pueda plantear, con el ruido y el impacto de las muertes que se lleva el COVID, la necesidad de ponerle un freno a la política antieducativa de Larreta y seguir exigiendo:

– Paso ya a la virtualidad en todo el sistema educativo de la ciudad!

– Dispositivos y conectividad para todes. Restitución del presupuesto sustraido al Plan Sarmiento.

– Vacunas para docentes para evitar más muertes.

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