Ante la incertidumbre que produce la pandemia en la población y el aprovechamiento para la manipulación de la opinión pública que intentan las grandes empresas periodisticas y algunxs comunicadorxs, desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires convocaron a defender una comunicación responsable. Una vez más queda en evidencia el papel central de les laburantes en la defensa del acceso a la información de calidad.
El desarrollo de la segunda ola de contagios de Covid-19 en nuestro país muestra con toda crudeza que ni aún una crisis sanitaria a nivel internacional alcanza para poner un limite a la agenda de las grandes empresas de comunicación que, alineados con las fuerzas de la rancia derecha argentina, promueven una apertura irrestricta e irresponsable de la actividad económica para preservar las ganancias por sobre los intereses de la mayoría de la población.
Por supuesto, para llevar adelante su cometido, deben hacerlo a través de la distorsión de la información o, directamente, de la difusión de las noticias falsas o infundadas. Para eso se sirven también de supuestos referentes de la comunicación que poco tienen que ver con lxs trabajadorxs de prensa y que dejaron sus principios olvidados -si alguna vez los tuvieron- a cambio de cuantiosas sumas de dinero.
Esta situación fue claramente reflejada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) a través de un comunicado que rechazó la difusión de fake news y convocó a la defensa de una comunicación responsable y “el ejercicio libre y digno de nuestra actividad”. En ese sentido, desde el sindicato llamaron a “velar por la calidad de los contenidos a emitir, en tanto somos sus hacedores fundamentales. Es también rol de la organización sindical promover la responsabilidad y el rigor profesional en la comunicación. Defendemos nuestros puestos de trabajo, nuestros salarios y nuestras condiciones laborales con el mismo énfasis con el que cuidamos el desarrollo de nuestras tareas cotidianas”.
La rigurosidad y la responsabilidad a la hora de abordar una noticia deberían ser una constante en el ejercicio del periodismo, pero la situación actual lleva a redoblar los esfuerzos por llevar información fidedigna a la población y evitar alarmarla innecesariamente. Sobre ese punto, el Sipreba instó a respetar “lo expresado por la Organización Mundial de la Salud en sus recomendaciones a les periodistas sobre el tratamiento de las noticias en la pandemia, que aboga para que el abordaje mediático sea ético y responsable; que no sea sensacionalista ni alarmista; que transmita hechos e información veraz sobre la enfermedad, no miedos; que recurra a fuentes confiables, científicas, verídicas y chequeadas; que se informe con veracidad sobre las medidas que ayudan a contener o mitigar la propagación de la enfermedad”.
El comunicado de SiPreBA deja en evidencia nuevamente que lxs principales defensorxs del acceso a una información de calidad son lxs propixs trabajadorxs, que deben enfrentar en simultaneo la precarización de su oficio y salarios muy por debajo de la canasta básica familiar. Otro aspecto no menor es que los grandes medios de (des)información reciben el grueso de la pauta oficial mientras los medios comunitarios son excluidos mayormente. Resulta preocupante que empresas que no garantizan ni pluralidad informativa ni derechos laborales se beneficien con recursos públicos. En ese sentido, es un valioso aporte la iniciativa impulsada por FATPREN, sindicatos de prensa, gráficos, canillitas y medios autogestivos por redistribuir la pauta para “democratizar la comunicación”.
La declaración de SiPreBA tuvo una gran repercusión, además, porque pone la lupa en un aspecto central del sistema de medios y la función social central que deben cumplir en el debate público. Por tanto, estas cuestiones no pueden quedar subordinadas a los intereses de determinadas fuerzas políticas o de la voracidad por las ganancias. Lógicamente, no debe sorprender que esto indigne a los dueños de los grandes multimedios que no pierden oportunidad en despotricar contra la organización gremial de les laburantes de prensa y la defensa de sus derechos, como ocurrió recientemente por parte de La Nación contra lxs trabajadorxs de la TV Pública (mientras en LN+ no rige ningún convenio laboral como denunciaron sus propixs trabajadorxs en otro comunicado).
Ante los intentos de desinformar en momentos tan delicados para el país, como concluye el texto de SiPreBA, contamos con la certeza de que “les trabajadores de prensa seguiremos organizados para honrar nuestro compromiso de lograr cada día un periodismo mejor”.