El domingo 29 de mayo se desarrollará una elección histórica para el pueblo colombiano. Una posible victoria de Petro y Francia, dejaría atrás al uribismo y brindaría una esperanza de cambio para un país tan golpeado por el modelo neoliberal. Ana María Vasquez Duplat del Comité en Apoyo a Petro de Argentina nos cuenta la situación actual ante las elecciones y los posibles escenarios.
¿Cuál es la situación actual en Colombia en el clima electoral?
Hay dos escenarios claros en el contexto actual. Por un lado, en una parte mayoritaria de la población se vive un clima de enorme esperanza ante la posibilidad tangible y real de, por primera vez en la historia, tener un gobierno popular en Colombia. Esta posibilidad ha generado no solamente la ampliación, sino también la unidad de las bases militantes que se encuentran actualmente empujando y traccionando votos para lograr ganar en primera vuelta y de esta manera legitimar de manera unívoca el triunfo de Petro y Francia. El conjunto de movimientos sociales del país acompaña el proyecto del Pacto Histórico.
De otra parte, están los sectores concentrados de la economía, la terratenencia, las mafias, el paramilitarismo, los dueños eternos del poder político y los medios de comunicación hegemónicos que están viendo temblar su status quo. Este miedo ha desencadenado la falsificación permanente de noticias; la profundización de discursos de odio y terror construidos alrededor de, principalmente, la amenaza del castrochavismo y la ideología de género; y una escalada de violencia muy preocupante en los territorios que ha incluido amenazas de muerte directas a Francia, Petro, sus familias y colaboradores, un aumento de más del 100% de casos de violencia política y en las últimas semanas el terror de los paros armados propiciados por grupos paramilitares en distintos territorios. Estos posicionamientos son reproducidos por sectores de la derecha social aglutinada principalmente en las capas de ingreso medio-alto y alto del país.
Lo cierto es que estos dos escenarios son el reflejo de una misma realidad: el Pacto Histórico, encabezado por Gustavo Petro y Francia Márquez, está a puertas de gobernar el país durante los próximos 4 años.
¿Qué implicancias tuvo la rebelión popular del 2021?
La rebelión popular de 2021 y otros levantamientos populares anteriores fueron los constructores de una plataforma social que mejoró, si se quiere, la correlación de fuerza, para la disputa del poder político por parte del Pacto Histórico.
Esta coalición es la única propuesta partidaria que supo contener el acumulado de reclamos y exigencias que se desplegaron durante el paro y movilización sostenido en 2021.Si bien la masividad de esta rebelión fue resultado de un proceso espontáneo de la sociedad como respuesta a una crisis multidimensional y en ascenso; la síntesis del diverso universo de reclamos que circularon en las calles durante este proceso de movilización popular lo ha sabido hacer el Pacto Histórico a través de la construcción de una propuesta y un programa político que con el bastión del CAMBIO ha podido ampliar su base de votantes de una manera exponencial.
La rebelión popular es el reflejo del fracaso rotundo del modelo neoliberal en Colombia, de la persistencia de un Estado narcoparamilitar que no pretenderá jamás construir la paz, y de las consecuencias de no haber tenido un solo gobierno popular que construyera, por lo menos, las mínimas bases de un Estado de bienestar. La mercantilización de la vida hasta el paroxismo tuvo su grito en las calles durante 2021. Si Petro y Francia fueron catapultados por este proceso, una vez en el poder deben llevarlo como faro. Su gobierno debe ser, ante todo, un gobierno profundamente antineoliberal, y el pueblo (especialmente los sectores organizados) deben ser contralores permanentes de esta orientación política.
¿Qué representa la fórmula Petro-Francia Márquez?
Esta pregunta me genera respuestas casi poéticas. Porque lo que representan son la esperanza, la oportunidad, el único camino hoy posible para lograr parar el baño de sangre y hambre que ha dejado la derecha en el poder. En Colombia estamos hablando de algo tan complejo como básico: hay que parar la guerra ya. Petro y Francia son el instrumento político para alcanzar este sueño.
Están tan arraigadas las violencias más cruentas en nuestro ADN nacional, que el miedo es a que nos maten a Petro, que nos maten a Francia. Porque quienes crearon el terror, quienes mataron candidatos presidenciales, ministros y jueces, quienes volaron con bombas diarios y bancos, quienes crearon las redes de sicarios más sanguinarias del mundo, quienes masacraron y despojaron de todo a pueblos enteros, quienes mataron a nuestros jóvenes haciéndolos pasar por guerrilleros; quienes permitieron la instalación de bases norteamericanas en nuestros territorios; esos mismos son los que nos han gobernado en las últimas dos décadas y es contra quienes se están disputando las próximas elecciones.
Nos han hecho creer que la guerra es una condición, que la soberanía perdida es nuestro destino, que la desigualdad es un mal necesario y que la pobreza es el daño colateral de un capitalismo neoliberal inevitable. Petro y Francia son nuestra revancha histórica. Son el gobierno urgente y necesario de Colombia para desarraigar las violencias como único camino posible.
Incluyo un elemento más, necesitamos acompañarles desde las izquierdas de una manera crítica y constructiva para que además de todo lo anterior, Petro y Francia representen la prueba de que otros progresismos son posibles para NuestrAmérica. Que emerja desde las entrañas de uno de los países más golpeados del mundo, un ejemplo de poder que levante las ancestralidades, las afrodescendencias, que rompa con el extractivismo, que construya política aprendiendo de los feminismos, que decolonialice las economías y los saberes; y que distribuya, no solamente ingresos, sino poder real. Hacía allá tenemos que ir.
¿Qué expectativas hay en relación a los resultados y qué implicaría una victoria del Pacto Histórico?
Creo que alguno de los elementos ya los mencioné anteriormente. Las expectativas son muchas y de grandes dimensiones. Frenar el terrorismo de Estado es la primera, que se frene la pobreza y el hambre es la urgente, pero que cambie el sistema es la mayor de las expectativas. No somo ingenues, sabemos que en cuatro años no es posible aniquilar al monstruo pero sí creemos posible que se constituyan las bases estructurales para transitar hacia ese camino. Que seamos gobernades por nuestra misma clase social ya nos abre una enorme ventana de posibilidad para emprender cambios profundos.
Si Gustavo Petro y Francia Marquez logran llevar adelante el programa de gobierno que nos han propuesto, estaremos transitando el camino de la reforma hacia la revolución. El horizonte que nos proyectan es que Colombia se convierta en Potencia Mundial para la Vida y para ello construyeron un programa que cuenta con dos grandes partes: una con los ejes transversales de gobierno donde se ve con claridad la impronta eco-feminista de Francia Marquez; y otra territorializada que opera como hoja de ruta de la transformación, reconociendo que Colombia es un país diverso y que cada territorio tiene necesidades y potencialidades distintas. Creo que esta estrategia de construcción de propuestas vale la pena observar con atención.
En relación a las implicancias. Considero que la agudización de la violencia, la radicalidad de los actos de los grupos narcoparamilitares, y los bloqueos económicos de quienes concentran la riqueza son las grandes amenazas que pueden surgir tras la victoria del Pacto Histórico. La capacidad que tenga esta coalición para consolidar su base de poder en el propio pueblo será fundamental para enfrentar este peligro de escalonamiento planificado de la violencia que conducirá el uribismo.
¿Cómo surge el Comité por Petro Presidente de Argentina?
Durante las anteriores elecciones presidenciales se constituyó un grupo diverso de colombianes y de organizaciones colombianas en Argentina que, muy nutrido por experiencias previas de movilización alrededor de la paz, se juntó para ampliar la base de votante de Gustavo Petro en el país, convencides desde ese entonces que Petro representaba la mejor opción para Colombia. Hace cuatro años se constituyó entonces lo que sería el capítulo argentino de la Colombia Humana, con organización en distintas ciudades del país.
Esa experiencia en algunos lugares se sostuvo y en otros se diluyó un poco con el paso de los años; pero lo cierto es que dejó un saldo organizativo y una red que sirvió como germen para rápidamente activar el Comité Petro Presidente-Francia vicepresidenta en Argentina; que hoy está activando en CABA, Córdoba, La Plata, Mendoza y Rosario.
¿Cuáles son las próximas iniciativas y cómo se puede colaborar?
Durante esta semana estaremos concentrades en cuidar cada voto con testigues y jurades electorales en los lugares de votación y con mucho trabajo en redes activando el mensaje de la importancia de ganar en primera vuelta.
El próximo domingo tendremos un bunker de campaña en el que nos estaremos encontrando para seguir en vivo los resultados desde Colombia y ojalá para celebrar el triunfo de Petro y Francia. En caso de que haya segunda vuelta estaremos activamente organizando actividades, debates y encuentros orientados a ampliar la cantidad de votantes por el Pacto Histórico y crear conciencia desde aquí hacia Colombia también.
La difusión, con el boca a boca y obviamente con esto que hacen de permitirnos compartir nuestra palabra y reflexión a través de sus medios de comunicación, ya es una enorme colaboración.