Desde el comienzo de la pandemia y con ya casi 150 días de aislamiento social preventivo y obligatorio, sectores claves de lxs trabajadorxs vienen sosteniendo tareas esenciales que garantizan el acceso a derechos fundamentales para nuestro pueblo en este contexto. Pero el gobierno de Larreta mira para otro lado. Nustras tareas desde el campo popular.

No es ninguna novedad que la Ciudad de Buenos Aires es una de las más ricas del país y, al mismo tiempo, una de las ciudades con la desigualdad estructural más profunda, lo cual quedó en mayor evidencia con los efectos de la pandemia y de la crisis económica y social que estamos atravesando.

Según las estadísticas, cerca del 40% de los contagios durante el primer semestre se concentraron en las villas de emergencia, donde también se evidenciaron los problemas de falta de acceso al agua y a la electricidad como por ejemplo en La Boca y la Villa 21-24. Al 10 de agosto ya son más de 90 mil personas contagiadas en la Ciudad y, lejos de descender la cantidad de casos, hay días en los que se llegó a los 1400 casos diarios. Es fundamental que tomemos la iniciativa e impulsemos una agenda integral desde los sectores populares.

#SomosEsenciales

Las organizaciones populares y los movimientos sociales que desde hace años construyen en las villas de emergencia y en los barrios populares son quienes sostienen cotidianamente las tareas esenciales para que el hambre y el virus no devore a lxs más humildes, allí donde el Estado y el gobierno de Larreta no están. Son quienes intervienen allí donde se necesite, acompañando a vecinas y compañeras de los barrios en situación de violencia machista, como fue con el reciente femicidio de Florencia en la Villa 21-24 quien fue acompañada la Red de Mujeres y Disidencia de la Villa 21-24 Zavaleta y la Asamblea Feminista de la Villa 31.

El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), CTA Autónoma-Capital, Somos Barrios de Pie y la Federación de Organizaciones de Base (FOB) vienen impulsando desde hace más de dos meses de forma sostenida la campaña “Somos esenciales” con ollas populares cada semana en más de 20 barrios en simultaneo. Reclaman la creación de un Fondo de Emergencia que destine presupuesto para la economía popular por medio de un impuesto a los más ricos de la Ciudad así como el reconocimiento de las promotoras territoriales de salud y géneros y las educadoras populares quienes diariamente sostienen las tareas esenciales sin ningún tipo reconocimiento económico por su trabajo. Porque son la primera línea es necesario garantizar sus derechos, y a la población que habita las barriadas el acceso a servicios y derechos humanos elementales.

La legisladora del Frente de Todxs Laura Velasco presentó un proyecto de ley en ese sentido y las promotoras puedan cumplir una función territorial en el marco de los Centro Integrales de la Mujer, proyecto que entendemos es importante se convierta en ley para poder reconocer el trabajo invisible que realizan las organizaciones populares. Al mismo tiempo significaría un avance en ampliación de políticas públicas con perspectiva de género.

Trabajadorxs de la salud, con derechos vulneradxs

La primera línea de combate contra el Covid-19 en la Ciudad son lxs trabajadorxs de la salud, quienes desde el inicio de la cuarentena se mantuvieron organizadxs y poniendo sobre la mesa las problemáticas que enfrentan. Estas se expresan en una atención precaria y un riesgo para ellxs mismos. La falta de insumos de higiene y protección conlleva una mayor exposición al contagio y la falta de personal recae en una sobrecarga de trabajo en las distintas áreas, además de los altos niveles de precarización y tercerización en distintos sectores de los hospitales, como limpieza. La cantidad de contagios de trabajadorxs de la salud habla por si sola: son 4438 lxs que contrajeron Covid en la Ciudad desde que arrancó la pandemia, con casos a lxs que se les negó la licencia que correspondía por ser pacientes de riesgo llevando a desenlaces fatales.

Parece absurdo aclararlo pero lxs trabajadorxs de la salud siguen sosteniendo muchas tareas y no solo aquellas vinculadas con Covid, en un sistema golpeado por la pandemia. Entre ellas, cabe resaltar, en ese sentido, que la Ciudad debe garantizar desde el acceso a la salud sexual y (no) reproductiva, hasta la implementación de la Interrupción Legal del Embarazo, práctica para la que se logró la adhesión al protocolo nacional que contiene aspectos más progresivos en materia de derechos.

Esto último, fue limitado por Larreta mediante un decreto, pocos días antes de que el movimiento de mujeres y disidencias llevemos adelante intervención en conmemoración a los dos años del 8A. En este contexto de emergencia sanitaria también es esencial el acceso a nuestros derechos como mujeres y disidencia, y que el gobierno de Larreta no debe intervenir para restringir.

Estatales y docentes porteños: variables de ajuste para Larreta

Luego de 15 días de receso escolar, sindicatos de docentes de la Ciudad –UTE y Ademys- llevaron adelante un paro por 72 hs como respuesta a los avances del gobierno de la Ciudad y en reclamo de todos los problemas que atraviesa el sistema educativo en pandemia. Por un lado, el congelamiento salarial producto del anuncio del no cobro de un aumento que lxs trabajadorxs de la educación debían percibir en julio, sumado al pago del aguinaldo en cuotas, el cese de sus tareas de muchxs docentes. Por el otro, y con respecto a las condiciones de los estudiantes, miles no tienen las condiciones materiales necesarias para poder estudiar, computadoras y acceso a internet, así como también quienes viven en las barriadas ven afectada su posibilidad de estudiar por los cortes permanentes de electricidad.

Lxs trabajadorxs estatales están atravesando una situación crítica que se agudiza día a día. Desde el inicio de la pandemia, se han erigido como un sector esencial garantizando los programas de emergencia e hisopado, sosteniendo el funcionamiento de los hospitales públicos, asumiendo las tareas necesarias para garantizar el ASPO, etc. Mientras, las políticas de Larreta han sido sólo reveses: por un lado, las mismas medidas de ajuste que señalamos para lxs docente, por otro el crecimiento en forma permanente de la cantidad de trabajadorxs que han contraído el virus debido a la falta de elementos de protección correspondientes para realizar las tareas. Como punto aparte, es necesario mencionar que cómo acostumbra el PRO en su gestión del Estado este crecimiento exponencial de contagios en trabajadorxs estatales es producto de la presión y amenaza de pérdida del empleo con las que las autoridades de distintos ministerios lxs hostigan. En ese sentido, la campaña #CiudadEnPandemia (www.ciudadenpandemia.com) busca ser una plataforma desde donde poder articular colectivamente las denuncias a estos abusos.

Un impuesto a los Reyes de las Torres de la Ciudad

Ante los reclamos de los sindicatos, las organizaciones populares y movimientos sociales sobre la necesidad de destinar fondos que atiendan las demandas de lxs más humildes y garanticen la protección y el cuidado de lxs trabajadorxs que hoy están en la primera línea, la respuesta del Jefe porteño es que no hay plata.

Sin embargo, los #ReyesDeLasTorres así como los bancos siguen siendo los grandes beneficiados durante esta última década, sin que sus intereses sean tocados. Tampoco se afectan intereses de las empresas como Edesur que, a pesar de los exorbitantes tarifazos y sus ganancias multimillonarias, siguen sin invertir y prestando un servicio pésimo en las comunas del sur.

Desde Abriendo Caminos apostamos a desarrollar cada una de estas iniciativas de los sectores populares como parte de una agenda integral del campo popular en el distrito. En esa perspectiva, seguimos construyendo la solidaridad y organización en los barrios por una alternativa al servicio de las mayorías trabajadoras.

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